DESVARIOS DEL CAPITAN DEL PUERTO AMANECER

DESVARÍOS DEL CAPITAN DEL PUERTO AMANECER

Ruido, demasiado ruido en mi cabeza que se clava como los ojos centelleantes  de la princesa de mis cuentos inacabados.
Las manecillas de ese reloj sin pilas, la cerradura del viejo arcón que oxidadas rechinan como ese estruendo de una puerta al cerrar con el viento huracanado.
Ese verso olvidado en el rincón de los sueños rotos, ese cajón sin su ropa, esa lista de una boda que nunca preparé, ese dolor ronco y sordo que enmudece cuando la tibia sombra de tu amada a lo lejos puedes divisar, esa frase inacabada que en el tintero se secó, esas hojas marchitadas de un abril que a lo lejos murió.
Letras de canciones que nunca olvidaste pero que nadie nunca escribió, libros imposibles de encontrar colgados en tu habitación, una camisa con el rojo carmín de unos labios de la que nunca te beso.
En fin sueños imposibles en palabras que nunca dijistes, saludos que no fueron devueltos, riñas de niños en adultos que de bastón llevan el palo de ese árbol que ese escritor no plantó.
Un libro de poesía que no sirvió, para encontrar las palabras de esta complicada ecuación.
Ese mundo del revés, donde buscamos la solución, en las letras olvidadas, por los versos de un autor, que desmemoriado se ha vuelto por la culpa de el amor, que de pobre no ha salido, que rico nunca fue, pero que soñando llego a ser , ese capitán de ese puerto llamado amanecer.

AUTOR: FRANCISCO JAVIER SANTERO CASTELLANO

PASION Y ENTREGA DE JESUS EL NAZARENO

PASION Y ENTREGA DE JESUS EL NAZARENO

Entre las puertas del cielo, una voz clamorosa se escucha,son los últimos sollozos,que nos transmite aquel que al tercer día resucita.
El calvario fue menudo,su castigo abusivo,su esfuerzo nuestro ejemplo y su entrega nuestro destino.
Muere en la cruz, ese Jesús nazareno, que entre tablas crio,su virtud de ser eterno.
Sentir su eterno dolor, cuando suenan los tambores,que pasean por las calles,los procesos de sus temores.
Allí su figura se desgarra,como la ropa que rasgada,los romanos se sortean,entre crueles carcajadas.
Allí en un madero murió, quien al mundo llegó, para dar la paz,a todas nuestras almas.
Jesús bendito Jesús, tu que dolor aguantas,entre clavos te colgaron ,lo que tu ya esperabas.
Tu destino estaba escrito,tu misión fue complicada,nuestro ego te llevo, a morir entre frías miradas.
Muchos negaron tu amor,del propio judas vendido,y entre látigos y lanzas,fue tu cuerpo arremetido.
Tu Alma fiel a tu sino,callado y dolorido, fuiste subiendo el calvario,entre tu pueblo permitido.
Resucitare los dijistes,a tus seres conocidos, entre piedras te enterraron, para olvidar lo sucedido.
Encontrase de repente, tu voz entre los tuyos, tu ser ahora en frente, como sueño traslúcido.
Increíble se encontraban,los que tu ser divisaron,y encomendandose a ti ,te veneran con cariño.
Ahora tu cuerpo es pan y tu sangre el vino,tus palabras potestad,para seguir nuestro camino.
Fieles que congregados salimos,con trajes y crucifijos,rememoramos tu muerte,para sentir tu destino.

Autor: Francisco Javier Santero Castellano

ADIOS MI CAPITAN SNAKE III

ADIOS MI CAPITAN SNAKE III

Capitán Snake III luchando como guerrero,cayó muerto por la cuerda de un velero extranjero.
Lucha de corazones que embriagados por el acero,
que de lágrimas de sangre recubrieron su deseo.
Busco guerras de lamentos,en las batallas del hombre, donde los silencios rompen,las letras y sus acordes.
Entonando viejas canciones,los marineros que se mueren, son los Angeles dorados, del escuadrón de la muerte.
Allí se divisa la tierra, aquí los ojos yo cierro,allí me espera la orilla,para tomar el descanso eterno.
Miles de balas y metralla, muchos machetes sangrando,cuentan por miles los duelos,de las guerras que he ganado.
Corazón fue mi bandera,amor mi fria condena,la sirena de mi sueño, fue la soga que me aprieta.
Que pena de capitán, cuando luchando fue de hierro,y su recuerdo de amor ,derritió su Alma de acero.
Su cuerpo descansa en el mar, su Alma por el aire divaga,y su amor preciado está, en la punta de su daga.
Adiós mi capitán, Adiós triste de ti, Adiós que tu serás, lo que el mar quiso para ti.

Autor:Francisco Javier Santero Castellano